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Autores: Ricardo Veroz, José Antonio Magariño y Vicente Salinas.
Colección de recortes de prensa acerca del Grupo Universitario Laboral de Montaña, de Córdoba, recopilada principalmente por Ricardo Veroz Herradón, uno de sus miembros fundadores y el último de cuantos se empeñaron en mantenerlo vivo. A la recopilación inicial, se están agregando documentos escaneados del archivo de Pere Plana Panyart.
Ana María Vicent, Directora del M. A. de CO. Un sarcófago cristiano en el Museo Arqueológico de Córdoba. Tirada aparte del "Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología". Tomo XXVII. 1961. Universidad de Valladolid. |
Antes de ingresar en el Gulmont ya teníamos alguna inquietud por los asuntos de la Arqueología, aunque nunca habíamos tocado un trozo de cerámica de más de cincuenta años de edad.
Un día, en el colegio "Juan de Mena", nos pasaron una petición de voluntarios para ir a colaborar en una excavación en Córdoba ciudad, y algunos no nos lo pensamos dos veces.
Pasamos un par de mañanas cribando tierra en el hoyo del que había salido un sarcófago monolítico que no llegamos a ver, porque ya se lo habían llevado al Museo. El trabajo no fue muy divertido, pero otro día, la directora de la excavación nos invitó a visitar el Museo, lo cual ya fue mucho más interesante. Pasado un tiempo recibimos esta separata de un artículo en el que se nos citaba. |
A la hora de seguir la evolución del importante trabajo de recuperación histórica emprendido actualmente por el grupo G40 de Priego, con su proyecto "Tras las Huellas de la Espeleología Cordobesa", empieza a hacerse preciso sacar a la luz algún hecho olvidado y enterrado que puede influir en el modo de contemplar los episodios que todos los grupos existentes y desaparecidos fueron viviendo, para llegar a conformar lo que la espeleología cordobesa es hoy. |
La dirección educativa de lo que fue la Universidad Laboral de Córdoba en el tiempo del Gulmont (1960-70) estaba copada por la orden religiosa de los Predicadores (Dominicos) y paradógicamente, los organizadores políticos que habían diseñado el Centro, que lo habían construido y echado a andar, ejercían un papel educativo secundario. Ciertamente, los dominicos supieron captar mucho mejor que los representantes del régimen nuestra atención, nuestras aficiones y hasta nuestra devoción, aunque a muchos les marcara también la otra influencia.
A nivel de sub-agrupación, el GULMONT había sido concebido inicialmente por el dominico Santiago Pérez Gago, como una pequeña organización con poca dependencia del Centro educativo, con la posibilidad de ejercitar en ella una enseñanza sin reglas establecidas y basada en el autoaprendizaje mediante la convivencia en el ámbito natural. En una fase inmediatamente posterior, el también dominico Jesús García Álvarez, fue adoptando tácticas propias del Escultismo en esta agrupación que se mantenía ajena a cualquier organización Scout que pudiera funcionar en otras zonas del país. La organización Scout, en el territorio del Estado, se había implantado en 1912, y en los años anteriores a la guerra civil había experimentado un gran auge. No se disolvió, como ocurrió con tantas otras cosas, al terminarse ésta, porque su dirección permanecía en manos de la iglesia católica que era una parte asociada a los vencedores, pero unas funciones similares con complemento paramilitar habían sido asumidas masivamente por el Frente de Juventudes, que más adelante tomaría la denominación de Organización Juvenil Española (OJE). Sus dirigentes, pese a llevarse bien con el clero, nunca vieron con buenos ojos la existencia de otra organización que les desabastecía de una parte de los jóvenes a quienes se veían con el derecho de instruir con sus criterios únicos. De aquí que, sin que se manifestara exteriormente, el movimiento Scout se convirtió en un competidor menor, pero incómodo para la OJE. |
El Gulmont se mantuvo desligado de ambas organizaciones, pero le tocó naturalmente co-habitar con la OJE. Fueron los tiempos de inicio del montañismo y la espeleología en la provincia de Córdoba para ambos grupos. Años 1960-1963: Gulmont versus OJE. Nos encontramos y nos miramos mutuamente, quizá con recelo en un principio. Después, tratamos de entablar relaciones en ese campo que se abría de una forma común en el tiempo y en el espacio en el que tratábamos de trabajar: o nos aliábamos o acabaríamos tropezando.
Por nuestra parte quisimos establecer con el grupo de espeleología de la OJE de Córdoba, una interdependencia pragmática, desligada de posibles discrepancias o afinidades estructurales, organizativas o ideológicas. La falta de material era nuestra principal limitación y en una ocasión les pedimos en préstamo una cuerda de escalada que durante unos días vino a cubrirnos una necesidad muy puntual. Pero no hubo contraprestación ni más ocasiones de intercambios. Tras el descenso de la sima de Cabra, en el verano de 1963 el grueso del personal del Gulmont terminamos nuestros estudios en la Laboral y nos disgregamos. En el curso siguiente el grupo se reorganizó con gente nueva y se prosiguieron las excursiones, las ascensiones montañeras y la exploración espeleológica provincial. |
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Revista KARST (después Geo y Bio Karst). Folleto 'facsímil' de cuatro páginas distribuido como presentación de la revista, junto a la revista CORDADA. Mayo de 1964. Barcelona. |